Cuando se escuchan noticias sobre
desenlaces muy graves y dolorosos ocasionados por consecuencias del bullying hay que pensar que se pueden y
se deben evitar si se ponen los medios para ello. El acoso escolar o bullying
es una situación de máxima gravedad para un niño o adolescente dentro del
ámbito escolar. La gran diferencia de fuerzas (un grupo contra uno) deja al niño o
adolescente en un estado de abatimiento e impotencia. “El bullying, generalmente, lo
realiza un grupo de compañeros guiados por un líder que “exige” a su grupo
seguidor una alianza y “prohíbe” el acercamiento y el buen trato al acosado. El
sentimiento del escolar maltratado es de aislamiento, soledad, impotencia y
desesperación. Quedando gravado en su mente el desprecio, la humillación y la injusticia de sus compañeros…” (De mi libro: “A mis padres no les importo”, pag.115).
Muchos niños y adolescentes que
hacen bullying a sus compañeros desconocen los efectos tan graves que pueden
ocasionar en ellos, por esta razón, somos los padres los que debemos inculcar en
los hijos el respeto hacia los demás compañeros y, especialmente los colegios, quienes
deben tomar medidas de prevención como crear ambiente de calidez y de respeto entre los
escolares y forjar “la idea de comunicar a los profesores aquellas acciones
conocidas en contra de algún compañero..." (De mi libro “A mis padres no les importo. Problemas de conducta en los adolescentes”, pag. 118).